sábado, 17 de mayo de 2014

Lo que Mayo nos dejó

Aquellos que no han vivido  los años
antes de la revolución, 
no pueden entender que significa 
la alegría de vivir.
Talleyrand



No me he podido contener. Ayer estuvimos de aniversario. Cuando se cumplió un año del 15M salimos a la calle,  en el segundo aniversario  también, aunque con una sensación de amargo desencanto, en el tercero, es decir, ayer, nos limitamos a brindar con los amigos por aquellos días compartidos en que creímos que "esta vez si" íbamos a cambiar el mundo. Nos cambió la vida. Tampoco es poco. 

Desde 2011 muchos han sido los que han intentado llevar el espíritu del 15M a la pantalla. El primero fue el histórico Basilio Martín Patino, que en cuánto tuvo noticia de la acampada de Sol, sacó sus cámaras a grabar todo lo que estaba sucediendo. Tiempo después, aquellas imágenes tomaron forma en una pieza poética libre llamada Libre Te Quiero y de la que ya he hablado anteriormente en Redrum Blues. Esta no ha sido la única, pero si la única pieza que yo he visto porque se organizó un acto de proyección en la Universidad de Valencia al cual asistió el propio director.

Pero quiero nombrar desde aquí, todas esas propuestas audiovisuales que han tratado el tema y que por su reducida distribución no he tenido ocasión de ver en Valencia. El año pasado la asociación de cine documental DOCMA proyectó algunas de ellas, y se hacía eco de muchas otras como  50 días de mayo  de Alfonso Amador que trata precisamente como fueron las asambleas en la ciudad de Valencia, y que se llegó a proyectar en la asamblea del 15M de Zaidía, Banderas falsas de Serrano Azcona, o Ensayo de una revolución de Pedro Sara y Antonio Labajo sobre el 15M de Cádiz, o La Plaza: La gestación del movimiento 15M de Adrián Morán.




Desde las posibilidades de la ficción hay un buen conjunto de cortometrajes que se han ubicado dentro del contexto de las acampadas, lástima que no tengo documentación directa sobre ellos. Por su parte Vicente Pérez Herrero en Crustáceos elabora una ficción paralela al movimiento sobre la manera en que este afectó a las vidas individuales y en las relaciones interpersonales.
más info : la revolución será televisada. También es de resaltar la reflexión que la compañía de teatro valenciana A tiro hecho hace de las acampadas en su obra Ladran luego cabalgamos.




En este tercer aniversario se ha anunciado el estreno de Tres instantes, un grito de Cecilia Barriga, en el que la autora une las movilizaciones de 2011 en Madrid, el movimiento estudiantil chileno (Toma el Colegio) y las protestas de Wall Street (Occupied Wall Street). Para la autora la relevancia de este documental esta en que nos habla de una memoria reciente en unos tiempos en que la tendencia es a la amnesia inmediata o a circunscribir estos movimientos como momentos concretos y no como largos procesos de resistencia que nunca llegan a extinguirse (ver entrevista )
Este documental, tiene intención de proyectarse en varias ciudades españolas. De momento  lo que ya sí es seguro es que se presentará el próximo viernes 23 de mayo en la calle La Fé nº10 de Lavapiés (Madrid) a las 19:30 de la tarde y que contará con la presencia de la directora. 

No sé si la memoria reciente es un hecho que le juega a favor o en contra al 15M. Para mi amigo y activista Natxo Serra, habrán de pasar muchos años hasta que se pueda crear, audiovisual o literariamente, un discurso realmente esclarecedor y reflexivo sobre lo que significó el 15M. Al estar tan pegados emocionalmente a su recuerdo no podemos contemplarlo sin sentirnos juzgados, o consumidos en la frustración y la nostalgia. 

Algo así ha sucedido con el mejor cine que se ha hecho sobre el mayo francés. Las ansias revolucionarias del cine postsesentayochista de Godard son, lo peor de su cinematografía: es paradójico que su compromiso político con el mayo francés diera como resultado la etapa artísticamente más pobre de su filmografía: me refiero por ejemplo a Tout va bien, y las obras que realizó junto al grupo Dziga Vertov.

Sin embargo, los intentos tardíos por reflexionar sobre mayo del 68 son seguramente el retrato más fiel de aquel momento histórico: me refiero por ejemplo a Jonás que cumplirá 25 años en el año 2000   (Alain Tanner, 1976) Tanner decide eludir cualquier referencia a las manifestaciones de París para centrarse en el momento de desencanto post revolucionario: la explotación laboral en un clima de desilusión ideológica, el carácter lúgubre del relato, los primeros coletazos del nihilismo. También tienen tienen cabida en la película,  la aparición del misticismo y las corrientes new age como nuevas ideas que abrazar tras el fracaso revolucionario.



Mucho más tardía pero también muy ajustada al fondo de la cuestión es The Dreammers (Soñadores) de Bernardo Bertolucci (2003). Si bien esta película tiene muchas licencias esteticistas, Bertolucci se atreve a romper con el retrato idílico del mayo francés, y nada con bastante soltura entre las contradicciones estéticas e ideológicas de los protagonistas, dejando entrever que los jóvenes rebeldes  de aquel mayo histórico eran hijos de una burguesía acomodada con una imperiosa necesidad de desvincularse generacionalmente de sus progenitores. Entre la gamberrada, la cultura y la ideología, los protagonistas de esta película lo que parecen estar sumidos es en un absoluta confusión de identidades.

En esta línea, pero mucho más turbulenta y perturbadora, está la película de Oliver Assayas Después de mayo (2012) donde lo que ocupa el centro de la narración es el momento posterior al mayo francés. Un momento que se desarrolla como un proceso de descomposición política y personal. Al empuje entusiasta del 68 le sigue el dogmatismo político maoísta en el que muchos de los personajes y el propio protagonista se ven inmersos. Pronto el protagonista tiene que enfrentarse a la difícil disyuntiva entre seguir su propia inspiración creativa o mantenerse en la línea de sus compañeros de partido que le instan a hacer "un arte para el proletariado". A las grandes asambleas colectivas y a la sensación de pertenencia le siguen el vacío y la sensación de aislamiento que no todos los personajes digieren de la misma manera: sectas religiosas, orgías, drogas duras, personajes que se quedan perdidos en el camino como fantasmas ardiendo en mitad de la noche, incapaces de retornar a una sociedad en la que ya no saben el lugar que ocupan.

Definitivamente, tendrá que pasar algún tiempo para que podamos mirarnos con un espíritu tan incisivo. Por otro lado, queda por saber si, como dice Fabrizio en Prima della revoluzione (Bernardo Bertolucci, 1964), esto han sido unas vacaciones ideológicas, si la revolución se hizo, o si por el contrario, todavía estamos en el día de antes de la revolución, y en ese caso, ¿cuántos años más pensamos vivir en ese día? 


1 comentario:

  1. Muy interesante artículo. Por cierto, me encantó 'Después de Mayo' de O. Assayas. ¡Saludos!

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