viernes, 22 de noviembre de 2013

Libre Te Quiero: El documental del 15M

Libre te quiero, 
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía. 
Agustín García Calvo



Desde que supe que Blas Martín Patino había puesto a sus cámaras a rodar durante las semanas que duró la ocupación de la acampada de Sol en Mayo de 2011 me pregunté si sería una tragedia, una victoria, una poesía o un desastre lo que saldría del montaje final del ambicioso proyecto de "Libre te quiero", si las imágenes emanarían la distancia del director consagrado, si tendrían ese sabor de fraude de quién no ha llegado entender el espíritu del momento retratado. He tenido que esperar mucho tiempo a ver acabado un documental que no está teniendo una difusión ortodoxa ( Museo Reina de Sofía, filmotecas, centros culturales). A Valéncia llegó de la mano del sindicato estudiantil A contracorrent y de la Universidad de Filología, Traducción y Comunicación en unas jornadas culturales que tuvieron lugar del 4 al 8 de Noviembre bajo el nada ambiguo título de "Roja tardor" y que concluían con la proyección del documental "Libre te quiero" y la asistencia del propio director. 


En la sala en la que se esperaban cientos de personas, apenas acudieron una veintena entre las cuales la media de edad no se correspondía con la de los protagonistas del documental, cosa que me extrañó al principio. Sin embargo, al contemplar las primeras imágenes comprendí la razón de aquel plantón tan descarado . Han pasado dos años y medio del estallido del 15M pero al verlo en imágenes una tiene la sensación de que han pasado siglos, sus eslóganes, su vitalidad y su efervescencia parece tan caduca y obsoleta que el 15M ha adquirido las proporciones de trauma colectivo pretérito al estilo del que provocó el mayo francés en toda una generación. Los que formaron parte activamente   no quieren verse reflejados en aquella ingenuidad que se enfrentaba con sentadas y manos extendidas ante los acorralamientos de la policía y de los mossos de esquadra al grito de "estas son nuestras armas" mientras del otro lado las fuerzas del orden utilizaban armas bien distintas. Tampoco quieren ver los días de esfuerzo organizativo, los exámenes a los que no se presentaron, las becas que perdieron, las noches que no durmieron, las expectativas que se derramaron por las alcantarillas de las plazas ocupadas. "Esto es sólo el principio" grita un grupo de jóvenes en una calle cerca del epicentro de la acampada en el documental de Patino, pero los acontecimientos que vinieron después desmienten con toda su amargura la intención de aquella repentina demostración de rebeldía.

Es injusto decir que de aquello no ha quedado nada, o que fue solo un humo estético que se deshizo antes de hacerse tangible. Para la gente que llevaba años militando prácticamente en solitario, el 15M supuso una renovación total de las estructuras marginalizadas de la militancia tradicional, un globo de oxígeno. Se mejoraron las formas de organización entre grupos y colectivos que habían permanecido aislados, se crearon colectivos y proyectos nuevos, algunos se quedaron en cenizas, otros siguen adelante. Patino dijo que lo que le había cautivado del 15M había sido que había visto en su país por primera vez que la gente sentía la libertad como un hecho natural, y había dejado de ser una cuestión excepcional destinada al privilegio de unos pocos iluminados, quizás por esa razón eligió el título y la banda sonora del documental que añade mucho valor emotivo a la obra; se trata del poema de Agustín García Calvo "Libre te quiero" en voz de Amanacio Prada. Después de la proyección, Pilar su mujer, me contaba que al acabar la proyección algunas personas se acercaban llorando a hablar con ellos, les daban las gracias por haber captado aquel momento irrepetible pero reconocían que les había producido más amargura que alegría verlo en pantalla, por los sueños, por los sueños frustrados. 

"¿Qué ha pasado ? Nos hemos despertado." Recuerdo que cantábamos entonces, pero ¿Nos despertamos realmente? ¿Qué sucedió, después? ¿La amarga mayoría absoluta del PP volvió a dormirnos? ¿Por qué nos da tanto miedo mirar a aquellos días de mayo? El documental de Patino recoge un surtido de imágenes sin sutura, eslóganes y rostros reconocibles, carteles, y momentos al azar que componen una experiencia bastante aproximada de lo que fue el 15M. Tal vez ya no podamos dormir y en eso consiste la pesadilla. Pero como dice el poema y quizás ahí esté el verdadero sentido del documental, a nadie nos corresponde decidir qué destino debería haber seguido el 15M porque lo verdaderamente esencial de la libertad es que a nadie le pertenece: 

"Pero no mía 
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera"



Aquí os dejo un clip del documental. Se puede comprar por Amazon y en la Fnac: Más información :http://www.libretequiero.es

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